Jordi Blanco, Corresponsal en Barcelona16 de dic, 2024, 09:35 ET
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El Barcelona que empezó LaLiga exhibiéndose, ha mutado en el peor equipo de las cinco últimas jornadas, y cerrará la primera vuelta contra el mejor de este ciclo, el Atlético de Madrid.
BARCELONA -- El Barcelona se mira y no se reconoce. Peor aún, no se lo cree. No entiende, ni comprende, cómo en menos de dos meses ha pasado de ser una apisonadora a caerse con todo. 'Está tirando la Liga' se atreven a vaticinar algunos, que son los mismos que la tarde en que venció (3-1) al Espanyol daban el título por descontado...
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Por difícil, casi imposible, que parezca decirlo, el equipo de Hansi Flick, que es colíder junto al Atlético de Madrid (aunque con un partido más), es el ‘colista’ de las cinco últimas jornadas, habiendo sumado solo dos puntos (el 1-5 en Mallorca fue adelantado y pertenece a la jornada 19). Lo nunca visto.
Ni el Barça era infalible en septiembre/octubre ni es una calamidad en noviembre/diciembre. En condiciones normales habría remontado a un Leganés al que Dmitrovic salvó en una primera mitad primorosa. En condiciones normales no le habría empatado el Celta en el minuto 86 y mucho menos el Betis en el 94. Y es que todo lo que le salía bien al Barça de Flick en el primer tercio del campeonato le sale ahora mal...
Los jugadores del FC Barcelona se lamentan ante el Leganés. EFE
Derrotado por Real Sociedad, Las Palmas y Leganés, ha sumado 5 de los últimos 18 puntos de Liga, empeorando la racha de resultados que provocó el despido de Ronald Koeman (7 puntos) e igualando (una victoria, dos empates y tres derrotas) la de inicios de curso 2020-21.
Nadie, claro, pone en duda la permanencia de Flick pero sí, desde luego, existen dudas razonables y preguntas sin aparente respuesta para comprender la razón del cambio, tan a peor, de este Barça cuya goleada en Mallorca parece solo una excepción.
Siete goles al Valladolid, cinco al Sevilla, cuatro en Girona, cinco en Villarreal, tres en Vitoria o cuatro en el Bernabéu. Imparable, feroz y magnífico, el sorprendente comienzo de temporada del Barça provocó tal catarata de elogios por la apuesta ambiciosa, arriesgada e indisimulada de Hansi Flick que pareció una aparición milagrosa.
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Excesivo en los elogios, el entorno, periodístico, futbolístico y aficionado, pareció descubrir algo nunca visto. Sin rastro del adn y sin preocupación ninguna, el entrenador alemán impuso una filosofía tan novedosa que ni se recordaba alrededor del club. Y no es poca cosa advertirlo porque desde antes de la llegada de Johan Cruyff al banquillo (1988) no se había visto a un Barça tan poco elaborado en su juego.
Podría decirse que ocurrió, con muchos matices, durante la era de Luis Enrique pero es que aquel equipo, reconocido por el mismo técnico asturiano, estuvo condicionado por la presencia de Messi, Suárez y Neymar y fue un Barça en el que ellos tomaron el papel protagonista.