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El jugador del FC Barcelona Lamine Yamal entrena junto a su equipo./EP
El FC Barcelona visita este sábado al descendido Real Valladolid, en el Estadio José Zorrilla, con el desafío de sumar tres puntos claves en la jornada 34 de LaLiga EA Sports y sin dejarse distraer por la crucial semifinal de Champions League ante el Inter de Milán del próximo martes. El conjunto catalán, dirigido por Hansi Flick, encara este duelo con apenas 4 puntos de ventaja sobre el Real Madrid en la tabla de posiciones, lo que le impide relajarse ante un rival que ya no se juega nada. El Valladolid buscará cerrar con dignidad su participación en Primera División, mientras su afición espera una actuación honrosa tras el descenso confirmado. El técnico azulgrana hará rotaciones obligadas por el desgaste acumulado, sobre todo después de la final de Copa del Rey y el empate 3-3 en la ida de la semifinal europea. Aun así, Flick no quiere sorpresas. “LaLiga puede perderse en Valladolid si no ganamos”, advirtió en la previa. Para este compromiso, el Barça no contará con Lewandowski ni Jules Koundé, este último lesionado del bíceps femoral durante el partido contra el Inter. Sin embargo, una de las certezas será el regreso del arquero Marc-André ter Stegen. “Sí, por supuesto. Marc volverá mañana”, confirmó Flick, quien también dejó abierta la posibilidad de incluir a jugadores menos habituales como Ansu Fati, Pablo Torre o Eric García en un once aún sin definir. El recuerdo de la primera vuelta pesa: el Barcelona goleó al Valladolid con un ‘hat-trick’ de Raphinha, y goles de Lewandowski, Koundé, Dani Olmo y Ferran Torres. Muchos de ellos no estarán este sábado, pero el favoritismo azulgrana se mantiene intacto. Por su parte, el técnico del Valladolid, Álvaro Rubio, enfrenta un panorama complicado con varias bajas. Javi Sánchez está fuera por el resto de la temporada, Henrique y Karl Hein están entre algodones, y Aidoo podría quedar descartado tras no entrenar. Además, Luis Pérez podría no ser tomado en cuenta tras su altercado con Juanmi Latasa en el partido anterior.
A tres fechas del cierre, el Barça sabe que no hay margen para errores y que los tres puntos en Pucela son imprescindibles si quiere llegar con ventaja a un tramo final de temporada marcado por el exigente duelo en Milán y la posible consagración en Múnich.