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Lamine Yamal no alcanzó en otra noche de pesadilla

Jordi Blanco6 de may, 2025, 18:21 ET

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Barcelona volvió a sufrir la maldición del Giuseppe Meazza, donde Lamine Yamal no fue suficiente para evitar una derrota cruel, inmerecida y, otra vez, polémica.

MILÁN --Lamine Yamal "es un genio". Así le calificó en la previa Hansi Flick. Pero los genios, a veces, necesitan esa pizca de suerte que merecen. No solo él, más aún, todo este equipo que llama con orgullo al futuro sin querer pensar en el pasado. El Barcelona perdió en un estadio que ya es maldito cuando enfrente está el Internazionale, que volvió a lucir su mejor cara después de un primer tiempo para olvidar y que mostró, en la cara llorosa de muchos de sus jugadores, el orgullo herido.

Lamine Yamal no fue suficiente esta vez para el éxito del Barcelona en las semifinales de la Champions League. Spada/LaPresse via AP

No alcanzó Lamine Yamal, que se revolvió contra todo y hasta forzó un penalti que el VAR anuló rápidamente, mucho más que el concedido de Pau Cubarsí a Lautaro Martínez en el desemboque del primer tiempo. El joven astro azulgrana, es cierto, no disfrutó de su noche ideal pero no mereció una eliminación tan cruel y de una manera tan pesada.

LAUTARO MONUMENTAL

Aguantó lo que pudo en el campo (71 minutos) pero fue un futbolista monumental para el Inter. Primero anotó el 1-0 asistido por Denzel Dumfries y enloqueciendo a la zaga del Barça con el fuera de juego; después forzó un penalti tan dudoso como bien trabajado.

Dejó la pierna para el arrastre de Cubarsí y se quedó en el suelo dando a entender poco menos que un asesinato hasta que el árbitro lo detuvo todo y le obsequió con la pena máxima que transformó Hakan Çalhanoglu.

Fue Lautaro el futbolista que se esperaba por parte de un Inter que supo pelear y sufrir, de un equipo que supo aprovechar la debilidad defensiva del Barça hasta el momento definitivo.

THURAM, LA BESTIA

El 3-3 de Francesco Acerbi, cuando el partido ya moría, llegó después de una actuación soberbia de Marcus Thuram, todavía con fondo fìsico después de 93 minutos jugados a máxima intensidad.

El delantero francés, que un día dio sus primeros pasos futbolísticos en la Escuela del Barça, ejecutó al equipo azulgrana con una clase maestra de colocación y carrera, sabiendo controlar de espaldas y abriendo espacios para la llegada de sus compañeros de la segunda línea.

Al Barça le costó demasiado solucionar ese acertijo que le puso enfrente Simone Inzaghi porque pendiente de encontrar espacios en la defensa interista, no estuvo lo suficientemente inspirado, listo o atento en resguardar su defensa... Y el Inter encontró el premio máximo.

EL FUTURO

Lamine Yamal y Pau Cubarsí. Y Gerard Martín, Erric García, Pedri y Ferran Torres. También Fermín López, Hector Fort, Gavi y Pau Víctor. Y los ausentes Marc Casadó o Alejandro Balde y hasta Marc Bernal. Si los cuentan les saldrán trece nombres de futbolistas que no llegan a los 23 años y forman parte de un equipo obligado, siempre, a codearse con la aristocracia del fútbol mundial.

Este es el futuro del Barça porque hasta ocho de estos jugadores son, deben ser, titulares en los esquemas de Flick, quien en la sala de prensa, con el pesar en su rostro por la derrota y eliminación, no dejó pasar la oportunidad de elogiarles a todos.

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