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Barcelona y Real Madrid, o el fútbol para los dioses y el mejor trampolín para gritar el famoso "alirón"

A finales del Siglo XIX una oleada de ingleses llegó a Vizacaya para sacar hierro de las minas de la región. Cuando encontraban una veta nueva tenían un premio extra y cantaban **_“All iron, all iron”_**. La expresión se castellanizó y quedó como símbolo de triunfo. La frase extendió al incipiente fútbol y el campeón cantaba el **“alirón”**. **Barcelona** está un paso de cantarlo: necesita un triunfo en las tres fechas que faltan para ser campeón de LaLiga luego de ganarle 4-3 a **Real Madrid** un clásico inolvidable y escaparse a siete puntos de diferencia.

Qué bueno que el hombre hace progresar la tecnología. Qué bueno que inventó la televisión. Qué bueno que alguien contrata los servicios de LaLiga y **qué suerte que aún quedan algunos billetes con los que pagar la suscripción.** No queda más que sentarse cómodamente frente a la pantalla y disfrutar. No podía fallar. Barcelona y Real Madrid se habían cruzado tres veces en esta temporada. Tres victorias del Barça: 4-0 por LaLiga en el Bernabeú; 5-2 por la Supercopa en Arabia Saudita; y 4-3 en La Cartuja de Sevilla por la Copa del Rey. Ayer volvieron a jugar por LaLiga en Montjuic y fue 4-3 para los azulgranas en un show más espectacular que maratonear **El Padrino** o ver la nieve asesina de **El Eternauta**.

**Kylian Mbappé** adelantó al Madrid con un doblete. Pero Mbappé parece marcado por un dedo maldito. En ese mismo primer tiempo la juvenilia del Barça lo dio vuelta y puso la chapa 4-2. En el segundo tiempo, el francés descontó y decoró el 4-3 final. El triplete no alcanzó. Otra vez.

Barcelona ganó los cuatro clásicos de la temporada. **Hicieron 23 goles en total con un global de 16-7.** ¿Qué más? Que de vez en cuando la vida te besa en la boca, como decía cierto hincha culé.

Europa, es decir la **Champions League**, echó tempranamente a los dos gigantes. Acaso injustamente. Quedó el duelo doméstico. Y parece resuelto. Tal vez haya sido el último partido de **Carlo Ancelotti** en el banco del Madrid cuya salida es un secreto a voces en todo el país. Lo reemplazaría **Xabi Alonso**, que viene de darle batalla al Bayern Munich con el Leverkusen. Alonso es un “hombre de la casa” y tiene el ok de **Florentino Pérez**, acaso el hombre más poderoso de España.

La victoria y el campeonato servido rinde homenaje a un fútbol moderno, ofensivo y sin especulaciones que el alemán -quien diría, un alemán- **Hansi Flick** supo imprimirle a este Barcelona lleno de niños como **Pau Cubarsí**, **Gavi** o **Lamine Yamal** mezclados con veteranos ilustres como **Lewandowski**, **Raphinha** o el arquero **Szczesny** quien se había retirado y fue llamado de urgencia por la lesión de **Ter Stegen**.

¿Alguien en Cataluña se acordará de **Lionel Messi** por esas horas? Sería una fea actitud. Al menos, tienen a quien dedicarle un título inminente.

**El Madrid hizo lo que pudo.** La Casa Blanca es casi un hospital. Ancelotti tiene un plantel atizado por las lesiones y tuvo que recurrir a ciertas decisiones de urgencia. “No hay que olvidar que faltaban cinco defensas, no hay que olvidarlo”, dijo el técnico italiano. Rüdiger, Alaba, Carvajal y Mendy están en dique seco, como dicen en España Así, Tchouaméni fue central, por ejemplo. Arda Güler de titular y hasta dejar afuera a Rodrygo. “No lo vi en forma”, dijo Carletto.

Demasiadas ventajas para un Barcelona herido por su increíble salida de la Champions en San Siro a manos del Inter pero resiliente y voraz cuando tuvo enfrente la camiseta blanca. El 4-3 y a falta de tres fechas lo deja a un triunfo del campeonato. De gritar el alirón.

Ni se mosquearon los catalanes cuando Mbappé metió su doblete. Al contrario. Fueron una fuerza arrasadora que metió al Madrid a metros de Courtois. Y los goles fueron cayendo como lágrimas en las redes del arco visitante. El imparcial, beneficiado. Al que le gusta el fútbol, no había mejor programa.

![Hansi Flick saluda a Kylian Mbappé. Foto: EFE / Alberto Estevez.](https://www.clarin.com/img/2025/05/11/jmUn1USJF_720x0__1.jpg)Hansi Flick saluda a Kylian Mbappé. Foto: EFE / Alberto Estevez.

Flick, que no parece alemán en su concepción del juego, es alemán cuando lo analiza. “Es importante que mejoremos en defensa. Es una necesidad”.

Gloria y honor al clásico. Gracias por el fútbol, por ese primer tiempo impresionante. Gracias al Madrid por no rendirse nunca. Gracias al Barcelona que juega como le gusta a la mayoría, aun sufriendo cuando defiende. Qué importa si cuando ataca hay brillos, eficacia, belleza, goles...

La maldición de los tripletes de Mbappé

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Kylian Mbappé se fue de PSG y PSG es finalista de la Champions. Hizo tres goles en la final del Mundial y perdió con Argentina. Hizo tres goles al Barcelona en la final de la Copa del Rey y perdió. Ayer hizo otra vez un triplete en el clásico y Real Madrid perdió el partido y posiblemente la última chance de ganar LaLiga.

KIki llegó a 27 goles y tiene dos de ventaja sobre Robert Lewandowski en la lucha por el Pichichi. Además, significó su tanto número 39 en general en todas las competencias y es el mejor “debutante” merengue, dado que superó las 37 anotaciones que hizo el chileno Iván Zamorano en su primer año con el equipo blanco.

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