Real Madrid de Xabi Alonso comenzó su aventura en el Mundial de Clubes con una ajustada, polémica y, desde luego, injusta victoria.
El Madrid de Xabi Alonso comenzó su aventura en el Mundial de Clubes con un empate entre polémico y chistoso. El estreno del entrenador vasco al frente del equipo merengue fue descorazonador, viéndose a un equipo sin ritmo, sin fuerzas, sin carácter y sin juego.
Bono, en el minuto 91, salvó al Al Hilal de una derrota que habría sido injusta al rechazar el lanzamiento de un penalti (polémico como poco) a Valverde y el Madrid, bailado en la primera mitad y tristón en la segunda, mostró en Miami que mucho deberá mejorar si quiere dar que hablar en el torneo. De la próxima temporada... Ya se verá.
Y es que el equipo merengue se presentó con tantas ausencias como dudas en su fútbol. Su estreno en este Mundial dejó patente que Xabi Alonso tiene aún mucho trabajo por delante y, también, que el Al Hilal árabe en cuya dirección debutó Simone Inzaghi es, de entrada, bastante más que un simple convidado de piedra en el torneo.
Un primer tiempo mediocre y un segundo acto insuficiente dejó al Real compuesto y sin victoria en su primer partido del Mundial. Y aunque tras el descanso su dominio fue evidente, casi siempre estuvo muy lejos de controlar a un Al Hilal tan serio como animoso.
Podría, pero no debería, excusarse el equipo merengue en las lesiones; podría, sin deber hacerlo, argumentar que la baja última de Mbappé le perjudicó... Pero la realidad, lo visto en el campo, descubrió que el nuevo proyecto madridista necesitará mucha mejoría, por más que la presencia de Xabi Alonso en su banquillo prometa un nuevo orden.
Ni presionó la salida de balón del Al Hilal, ni combinó con presteza, ni defendió con solvencia, ni se adueñó del juego, ni apenas remató. Lo visto en la primera mitad rozó lo lamentable en un Madrid que perdió todas las comparaciones con el equipo árabe, que igualó de penalti en la recta final del primer tiempo y salvó la derrota en el desemboque del segundo.
El equipo árabe remató más a puerta, tuvo mayor posesión, lanzó más corners, cometió menos faltas y tuvo, siempre, un plan de juego determinado. ¿El equipo español? Se debió sentir tan superior de entrada que cuando quiso darse cuenta ya estaba en manos del rival.
Un grupo de futbolistas veteranos y bien preparados, conscientes de lo que enfrentaban. Eso fue el Al Hilal durante todo el partido. El Madrid fue menos. Mucho menos.
Tanto que la presentación en sociedad del nuevo proyecto de Xabi Alonso dejó mucho a deber.