En la calurosa tarde de Cincinnati, con una temperatura cercana a los 40 grados, Real Madrid transpiró en el arranque, pero terminó celebrando un triunfo refrescante ante Pachuca. Los mexicanos fueron un rival combativo, pero claramente superados. El 3 a 1 lo dejó con un pie y medio en los octavos de final del Mundial de Clubes 2025.
No fue una exhibición apabullante de los merengues, pero sí un ejercicio de pragmatismo y jerarquía, incluso jugando con diez hombres durante casi todo el encuentro. Xabi Alonso, en su segundo partido al frente del equipo, empieza a mostrar su sello, aunque todavía hay mucho por pulir.
El partido arrancó con un baldazo de agua fría para los blancos. Apenas a los seis minutos, Raúl Asencio, el joven central de 22 años, cometió un error que no se perdona en este nivel: un agarrón evidente a Salomón Rondón en el borde del área, que el árbitro brasileño Ramón Abatti no dudó en sancionar con tarjeta roja directa. Real Madrid, con un hombre menos, parecía encaminado a sufrir. Pero, como tantas veces en su historia, el equipo sacó a relucir ese ADN competitivo que lo hace temible, incluso en la adversidad.
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Jude Bellingham, ese inglés que parece nacido para jugar con la camiseta blanca, tomó las riendas. A los 35 minutos, aprovechó un pase de Gonzalo García para definir con un zurdazo cruzado y marcar el 1 a 0. El gol fue un desahogo, pero también una declaración de intenciones: este Real Madrid, aunque mermado, no iba a regalar nada. Y antes del descanso, Arda Güler, el joven turco que empieza a justificar los elogios, aprovechó tres toques para clavar el 2 a 0. A sus 20 años y 57 días, Güler se convirtió en el jugador más joven en marcar 10 goles con el Madrid desde 2009, superando el récord de Vinícius Júnior. Un dato que no es menor para dimensionar el potencial de este chico.
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Pachuca, lejos de rendirse, mostró orgullo. Los Tuzos, dirigidos por Jaime Lozano, tuvieron sus chances, especialmente en los pies de Robert Kennedy y Alexei Domínguez, que exigieron a un Thibaut Courtois impecable. El número uno sostuvo la ventaja cuando los mexicanos apretaron. Sin ir más lejos, antes del primer gol, mostró toda su categoría en una doble tapada espectacular. Por si fuera poco, a la falta de contundencia mexicana y la muralla belga, se sumó la jerarquía defensiva de Dean Huijsen, otro pibe que pide pista, mantuvieron el arco blanco a salvo hasta el tramo final.
ARDA GULER BEAUTIFUL GOAL pic.twitter.com/dSXT1bSLhX
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En el complemento, Lozano mandó a la cancha al otro Kennedy, John, también brasileño. Sin embargo, tampoco pudo con Courtois. Real Madrid sentenció el partido con un golazo de Federico Valverde. El uruguayo, omnipresente en el mediocampo, conectó un centro milimétrico de Brahim Díaz para el 3 a 0 a los 24 minutos. Fue un grito que reflejó lo que Alonso quiere de su equipo: transiciones rápidas, precisión y letalidad.
Valverde 3-0.
Real Madrid are cruising 😎
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Pachuca, ya sin demasiadas fuerzas, logró descontar a través de Elías Montiel, cuyo remate desviado en el francés Tchouameni sorprendió a Courtois. Un premio consuelo para un equipo que, pese a la derrota, dejó una imagen digna. Si no hubiera sido por el arquero madridista, que luego le detuvo un remate a Carlos Sánchez, el resultado podría haber sido menos holgado.
El Madrid de Alonso, aún en construcción, mostró luces y sombras. La intensidad en la presión y la movilidad de Bellingham y Valverde son una base sólida, pero la expulsión de Asencio y la ausencia de figuras como Mbappé (gastroenteritis) y Rudiger (recién recuperado de una operación, ingresó en el segundo tiempo) dejaron en evidencia las fragilidades defensivas. Vinícius Júnior, por momentos genial y por momentos errático, sigue siendo una incógnita: su talento es indiscutible, pero algunos hinchas piden que que recupere su chispa.
Real Madrid sumó tres puntos vitales y respira. En un torneo donde las sorpresas están a la orden del día, los blancos saben que no hay margen para relajarse. La próxima parada será ante RB Salzburgo. A fin de cuentas, otra prueba de fuego. Pero el partido dejó una enseñanza. Aun con diez, el conjunto de la Casa Blanca tiene el plus de su calidad individual que supera cualquier adversidad.