Fueron tres goles del París Saint-Germain en 24 minutos contra el Real Madrid. Pero pudieron ser algunos más. La humillación histórica del conjunto parisino sobre el 'Merengue' quedó expuesta de inmediato con el cuarto doblete más rápido sobre los españoles desde 2000, cuando en la final de la Copa Intercontinental el Boca de Carlos Bianchi lo madrugó para quedarse con el título ante un plantel repleto de estrellas.
Si bien hubo dos errores catastróficos de los marcadores centrales Raúl Asencio y Antonio Rudiger, la llave del vendaval parisino fue Ousmane Dembelé, para ratificar que es uno de los máximos candidatos a ganar el Balón de Oro en la próxima elección. Es que gracias a esos horrores llegaron los tantos de Fabián Ruiz y el propio Dembelé. Iban apenas nueve minutos del encuentro y el boleto a la final del domingo en Nueva Jersey ya parecía decidido.
Solo Boca (en seis minutos), Sevilla (en siete en 2003) y el Valencia (en nueve en 2017) habían conseguido tal diferencia en tan poco tiempo.
El mediocampista español completó su doblete en el minuto 24 tras una fabulosa jugada colectiva del conjunto francés, de la que también participó Dembelé.
Y ahí vuelve a aparecer la final Intercontinental de Boca, porque fue Martín Palermo en 2000 el último que había conseguido marcarle un doblete en menos de 25 minutos al 'Merengue'.