Sebastián Agustinelli
23 de sep, 2025, 15:17 ET
Real Madrid, el club más grande de Europa, se enfrenta en fase liga de la UEFA Champions League 2025‑26 a un rival desconocido, pero en un contexto completamente inusual. Por la segunda fecha del torneo, deberá trasladarse hasta Almaty, Kazajistán, para visitar al modesto Kairat, en lo que será una verdadera travesía: más de 8.000 kilómetros de viaje, entre escalas y conexiones, para jugar en un país alejado del radar del fútbol europeo tradicional. Más allá del rival, el verdadero desafío es el escenario. El partido se disfruta en vivo por Disney+ (Solo para Sudamérica).
El equipo de Xabi Alonso no solo enfrentará Kairat, sino que también vivirá una odisea para llegar a Almaty. ESPN.com
Real Madrid y una escala improbable en el mapa de Europa
Fundado en 1954, el Kairat Almaty nunca había disputado una fase de grupos de la Champions. Su presencia es histórica para Kazajistán, un país que integra la UEFA desde 2002, pero cuya liga apenas si figura en los rankings de competitividad. Para Real Madrid, esto significa trasladarse a una ciudad que, aunque moderna, está en el extremo oriental de Eurasia, a menos de 300 kilómetros de la frontera con China. Almaty no es solo geográficamente lejana: es futbolísticamente otra dimensión.
El estadio donde se jugará el partido es el Ortalyq Stadion de Almaty, con capacidad para unos 23.000 espectadores, un campo que dista mucho de los escenarios a los que está habituado el conjunto blanco. Las condiciones climáticas también son un factor: el frío seco y las bajas temperaturas son moneda corriente en septiembre‑octubre en la zona, lo que convierte cada detalle en una preparación táctica y física especial.
## Una Champions que exige hasta en lo invisible
Para un equipo acostumbrado a los grandes escenarios europeos, la visita a Kairat representa un cruce poco habitual, incluso para la historia extensa del Real Madrid. En otras ediciones, los blancos enfrentaron viajes largos a Ucrania, Azerbaiyán o Rusia, pero Kazajistán está un paso más allá: es el punto más oriental que ha pisado el club en competencias oficiales UEFA.
Xabi Alonso y su cuerpo técnico deberán administrar no solo los kilómetros, sino también la intensidad del calendario, el cansancio del viaje y la concentración frente a un rival que no tiene mucho que perder. En este tipo de partidos, la Champions también se define en los detalles: la logística, la preparación mental, la adaptación rápida y la jerarquía que solo algunos equipos pueden mostrar sin importar el lugar.
El estadio de Kairat Almaty, en Kazajistán Getty Images
Kairat: el humilde que quiere incomodar a un gigante como Real Madrid
Kairat es un equipo que, sin grandes nombres ni presupuesto, logró meterse en la Champions tras superar las fases previas y aprovechar el cupo de su liga nacional. Su juego es simple, directo, y su gran carta es la localía. El club se ha preparado especialmente para este encuentro: la ciudad de Almaty está revolucionada por la llegada del Real Madrid y ya se agotaron todas las entradas.
Para el conjunto kazajo, recibir al club más laureado del continente es mucho más que un partido: es una chance de mostrarse al mundo, de plantarse ante gigantes y de vivir una noche que será histórica pase lo que pase. Y eso, para el Madrid, también puede ser peligroso.
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Real Madrid y una odisea que vale más que tres puntos
Real Madrid sabe que el viaje a Kazajistán es mucho más que una excursión lejana en el calendario. Es un reto logístico, emocional y deportivo. Pero también es una oportunidad para demostrar que sigue siendo ese equipo capaz de imponerse incluso cuando el contexto es adverso, incómodo y ajeno.
Ganar en Almaty no solo sumará puntos, además reforzará la identidad de Real Madrid en la Champions: un club acostumbrado a brillar en Wembley, París o Múnich… pero también en rincones inesperados del mapa como este.