21 de oct, 2025, 12:13 ET
Real Madrid y Barcelona se cruzanel próximo sábado 26 de octubreen el Santiago Bernabéu por la décima fecha de LaLiga. Siempre los clásicos de esta magnitud tienen figuras estelares, pero esta vez hay un foco que captura el pulso del fútbol que viene: Lamine Yamal, ya instalado como figura azulgrana, frente a Franco Mastantuono, la joya argentina que dio el salto desde River Plate para empezar a escribir su historia grande en el Merengue.
ESPN.com
Real Madrid vs. Barcelona, un Clásico que cambia de manos
El Clásico siempre fue un espacio, un hábitat, donde convivieron jerarquías y generaciones. Tiempo atrás, Lionel Messi yCristiano Ronaldo, leyendas hoy del fútbol mundial, le dieron una forma que parecía eterna. Hoy, la tensión se mueve hacia el horizonte: la conversación no es solamente quién ganará el partido del presente, sino quién se adueñará del relato del mañana. Y ahí aparecen Lamine Yamal y Franco Mastantuono, dos caminos que se cruzan con velocidades distintas, pero con la misma ambición: convertirse en el eje de sus equipos a edades tempranas.
Lamine Yamal, la confirmación precoz
Lamine Yamal debutó a los 15 años y vive con naturalidad un contexto que suele exigir años de adaptación. Ya suma 121 partidos con el Barcelona, con Liga y Copa en su vitrina, un subcampeonato del Balón de Oro que lo puso en la primera fila del mundo, y títulos con España: oro en la Eurocopa de Alemania 2024 y plata en la Liga de las Naciones 2025. En el inicio del curso 2025-26 su impacto es directo: dos goles y cinco asistencias en cinco fechas de LaLiga, más su estreno en la Champions.
Tiene un total de 27 goles y 39 asistencias con la camiseta de Barcelona, entre todas las competencias, domésticas y europeas. Con la selección mayor de España tiene seis conquistas en 23 partidos. Una auténtica locura.
Más allá de los números, su sello aparece en el último tercio de la cancha. El espacio que le pertenece. Arranca abierto, acelera hacia adentro y decide a gran velocidad. La diferencia no está solo en eludir rivales, en su gambeta endiablada, sino en la lectura de juego: cuándo soltar, cuándo finalizar, cuándo pausar. Para Barcelona, Lamine es presente en mayúsculas. Y un futuro aún inimaginable.
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Franco Mastantuono, la irrupción que busca pertenencia
Franco Mastantuono recorrió el camino inverso: de promesa a prueba mayúscula. Debutó con 16 años en River Plate, acumuló 55 partidos y siete goles antes de aterrizar en Madrid. Ya gritó su primer tanto con Real Madrid y empezó a sumar minutos en el máximo nivel: ocho partidos de Liga, dos de Champions y una asistencia en el torneo continental. No es solo proyección: es hambre.
"Trato de no compararme con nadie, sino de jugar para mi equipo. Si el equipo está bien y hacemos las cosas como hay que hacer, todos los jugadores se destacan en lo individual", supo decir el crack platinado nacido en Azul. Y hasta dejó una cortesía que también es declaración de intenciones: "Lo felicito (a Lamine Yamal) por el segundo puesto en el Balón de Oro. Es un gran jugador, no lo tengo que decir yo".
En Franco Mastantuono conviven la técnica pulida de quien creció en el fútbol de potrero en espacios cortos, y la personalidad de quien no se esconde. Su desafío no está en el brillo de una tarde, sino la continuidad en el éxito con una camiseta que exige ser determinante cada semana.
## El contrapunto que ordena este Real Madrid vs Barcelona
El duelo propone un contrapunto claro. Lamine Yamal llega como referencia de un sistema que ya lo reconoce y lo potencia. En Barcelona, su zona de influencia es conocida y se alimenta de automatismos: amplitud, uno contra uno, ruptura hacia adentro y decisión en el área. De todos modos, aún está en deuda esta temporada: dos goles en seis partidos, entre Liga y Champions, tiene saber a poco para un jugador de su nivel.
Franco Mastantuono, por su parte, aparece como factor de sorpresa: puede recibir entre líneas, atacar en el quiebre y asociarse por dentro para acelerar con compañeros que son garantía, como por ejemplo, Kylian Mbappé. Si el Clásico se rompe, su creatividad en la primera recepción puede pesar tanto como la verticalidad de Lamine en el último toque.
Hoy, Barcelona (22 puntos) es escolta de Real Madrid (24), con nueve partidos jugados cada uno.
El ruido alrededor y la conversación pública
La comparación es inevitable, incluso antes del primer cara a cara. "Franco Mastantuono es mejor que Lamine Yamal", dijo el periodista Jorge D’Alessandro, en 'El Chiringuito', antes de la llegada del argentino a Europa. Más allá de esa frase, el fútbol de cada semana ordena: uno ya es realidad, Yamal, y el otro quiere que sus minutos se conviertan en jerarquía. Si esto fuese una pelea de boxeo, el campeón sería Lamine y el retador Mastantuono.
La previa, en cualquier caso, ya ganó un protagonista: el futuro del Clásico entre Real Madrid y Barcelona empezó a discutirse, con estos jóvenes talentos, desde hoy.