Real Madrid se desbloqueó. Después de cuatro derrotas consecutivas, el Merengue -que tuvo a Franco Mastantuono en el banco sin minutos- le pudo ganar al Barcelona un clásico de alto voltaje, con una brillante actuación de Kylian Mbappé y que terminó de incendiar el brasileño Vinícius. Primero, por mostrar su descontento al ser reemplazado, con gestos y palabras hacia Xabi Alonso para dejarlo plantado en el saludo, y en los minutos finales por estar involucrado en dos encontronazos con Balde en los bancos de suplentes. Además, además, Lamine Yamal fue encarado por sus declaraciones en la previa, que sobrecargaron la tensión.
El triunfo 2-1 quizás quedó corto para el desempeño del equipo de Xabi Alonso, que ganó su primer partido grande como DT del Madrid. Es que la gran figura fue el arquero polaco Wojciech Szczesny, quien sostuvo la esperanza del empate del equipo catalán hasta último momento, pero que se fue con las manos vacías y a cinco puntos de diferencia del Merengue en la tabla de posiciones, por más que solo hayan pasado 10 fechas.
A Xabi ya no lo perseguirá el estigma de los encuentros grandes. Su Real Madrid estuvo comprometido y hambriento, y aumentó los problemas defensivos del Barcelona. Superado siempre tras pérdida en el primer tiempo, sin presión al portador de la pelota para dejar expuesta a una zaga adelantada. Con el agregado de tener enfrente al jugador más inspirado del planeta, Mbappé.
No hay un partido en el mundo que reúna más estrellas que un clásico. De hecho, fue el encuentro con los once iniciales más caros de toda la historia del fútbol (1.771 millones de euros, según el sitio Transfermarkt).
El Barcelona no logró dar caza a su mejor racha de triunfos consecutivos en un clásico. Se quedó en cuatro principalmente por una primera parte discreta. Con bajas que acusó Hansi Flick y sin Lamine Yamal en plenitud, lo que quedó en claro en su poco desequilibrio individual.
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La paradoja fue que desde donde el Barcelona gana sus partidos, empezó a perderlo. Caminó por el alambre desde el arranque. Al minuto 2, Vinícius cayó dentro del área tras un bloqueo a su pie de Yamal, en un contragolpe donde había quedado como líbero. El árbitro Soto Grado sancionó correctamente penal, pero el VAR lo convocó hasta hacerlo rectificar de que la falta era al revés.
Mbappé demostró su noche soñada a los 12, cuando le anularon un golazo de volea por un off side milimétrico, de esos tecnológicos que cambiaron el fútbol.
El Real Madrid debía imponerse al factor psicológico y lo hizo sintiéndose superior desde un retoque táctico de Xabi Alonso. Corrigió su error del clásico contra el Atlético de Madrid reciente y mantuvo a Güler en la construcción, situando a Bellingham en la derecha con un 4-4-2 como sistema. Con Camavinga junto a Tchouaméni mordió al Barcelona donde crea su fútbol.
Y fue el inglés el que diseñó el primer tanto. Metió un pase antológico para la diagonal de Mbappé, que definió cruzado ahora sin VAR que se lo niegue.
Fueron los momentos de mayor superioridad madridista. Y no le sacó provecho. Dejó con vida a un Barcelona desfigurado y vulnerable. Hasta que llegó lo inesperado en el Bernabéu.
En un error de Güler, presionado por la espalda por Pedri, un centro rasante de Balde encontró a Fermín, en plena inspiración tras su triplete en Champions, que la colocó contra el palo para poner el empate 1-1.
Otro golpe al que debía reaccionar el Real Madrid. Y lo hizo rápido, inmejorable. De la posible remontada a la aparición de Vinícius en una acción individual que culminó con un centro al segundo palo donde llegó Militao, para dejarla con la cabeza en bandeja a Bellingham, que solo tuvo que empujar.
Antes del descanso, aún hubo espacio para otro gol anulado a Mbappé en pleno show de gambetas de Vinicius.
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El segundo tiempo fue un escenario totalmente diferente. El paso al frente del Barcelona se sumó a la falta de fuerzas madridistas tras el gran desgaste físico realizado. Pero hubo una jugada puntual que modificó el tenor del encuentro.
Después de otra revisión en el VAR, el árbitro marcó penal para el Real Madrid por una mano de Eric García. Mbappé se hizo cargo para estirar su influencia en el equipo, pero Szczesny, el mismo que le contuvo a Lionel Messi en el Mundial de Qatar 2022, le adivinó el lugar del remate para darle vida a su equipo, de nuevo.
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Xabi Alonso no quería que se le escape. Entendió que era el momento de juntar líneas y defender, entonces empezó a reemplazar a sus delanteros. Primero fue Vinicius, por Rodrygo, lo que derivó en reproches e insultos del brasileño, que se fue directamente al vestuario y después volvió al banco.
La más clara del Barcelona fue una transición de 3 vs 2 en la que Fermín se la entregó en las manos a Courtois de frente al arco, con opciones en los dos carriles de los costados.
Ya no hubo más pese al dominio. Xabi se protegió. El festejo del Real Madrid se vio empañado por los tumultos en la zona del banco de suplentes -donde ya estaba Pedri expulsado por doble amarilla en el cierre- y también dentro de la cancha, con Carvajal encarando a Yamal para recriminarle sus declaraciones en la semana en las que infirió que el Merengue "robaba".
Real Madrid vs Barcelona, por la Liga de España: minuto a minuto