3 de nov, 2025, 06:10 ET
Todos los focos estaban puestos en Xabi Alonso. Vinicius Júnior había desafiado dos veces a su entrenador. No aceptando su cambio por Rodrygo en El Clásico ante Barcelona y con su posterior carta de disculpa en la que pidió perdón a todos menos a su entrenador. Vinicius, que siempre lo acapara todo, cedió así el protagonismo a su entrenador. ¿Qué haría el vasco? ¿Habría castigo? ¿De qué lado se pondría el vestuario?
Xabi Alonso supo sobrellevar la polémica con Vinícius Júnior de la mejor manera. Getty Images
De pronto todo el mundo sólo pensaba en Xabi Alonso. Y le vino bien. Porque la gente echó números y ahí la labor del extécnico de Bayer Leverkusen no admite discusión. Suma trece victorias en catorce partidos, su equipo ganó al Barcelona en un Clásico después de cuatro derrotas consecutivas y es líder en LaLiga y colíder en la Champions League. El ruido en torno a Vinicius ha evidenciado también un cambio en el vestuario, con un entrenador exigente, estudioso de la táctica, muy disciplinado y que apuesta por la meritocracia. Xabi vino a Madrid para ganar, no para hacer amigos. Era lo que llevaba tiempo pidiendo la mayoría de los aficionados para terminar un ciclo tan exitoso y pero a la vez tan agotado como el de Carlo Ancelotti.
La respuesta se aprecia en el campo. Real Madrid aún no brilla pero sí se reconoce a un equipo. Con los delanteros con la tarea añadida de presionar, con Kylian Mbappé como único intocable y con nuevos referentes ‘made in’ Xabi Alonso en la plantilla. Arda Güler es el ejemplo, suplente habitual para Ancelotti, faro del madridismo con el técnico vasco. Hasta Vinicius, fíjate tú, por mucho que se empeñe en enfadarse, ha recuperado su mejor versión bajo el mando del tolosarra.
Algunas voces cuentan a ESPN que la manera de trabajar de Xabi Alonso ha provocado alguna fricción en el vestuario. Federico Valverde la expresó en Almaty, incómodo en el centro del campo y sin ganas de jugar de lateral; Jude Bellingham se molestó por ser suplente tras el batacazo del derbi ante Atlético Madrid y otras piezas del vestuario no sentían el cariño que sí recibían con Carletto. Vinicius llevó esos “problemas” del nuevo orden al extremo, y Xabi Alonso respondió con la misma elegancia que con uno de sus pases largos. Pensando en lo mejor para su equipo. Educando con la profesionalidad y los resultados.
“El miércoles, después de los dos días de descanso, tuvimos una reunión con todos y Vinicius estuvo impecable. Habló desde el corazón, con sinceridad. Quedé muy satisfecho y desde ese momento, para mí, el asunto quedó zanjado. No habrá ninguna represalia. Hizo un comunicado muy valioso y positivo. Demostró su honestidad y habló desde el corazón: lo que significa este club y lo que quiere dar. Lo más importante es lo que dijo a sus compañeros, a la afición y al club. Quedé satisfecho y desde el miércoles se cerró el tema. Le veo bien y todos los compañeros están con ganas de lo que viene. Todos estamos en el mismo barco remando en la misma dirección”, dijo en coferencia de prensa.
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Cualquier otro se hubiera enfrentado al brasileño, hubiese querido marcar territorio. Algunos dicen que Xabi no se impuso tras la falta de respeto de Vinicius. Pero Xabi lo que hizo fue tenderle la mano, ser más inteligente, demostrar también su cintura, proteger a su estrella, reforzar al vestuario. Seguir mirando por el bien de su equipo. Vini volvió a ser titular el sábado y también fue sustituido, con Real Madrid venciendo 4-0 en casa, caminando cada vez más firme hacia el título de LaLiga.