En 2024, Mbappé se convirtió en uno de los propietarios de clubes de fútbol más jóvenes de Europa después de adquirir un 80 por ciento de las acciones del Caen a través de su firma, Coalition Capital, invirtiendo aproximadamente 20 millones de euros. Lo que comenzó como un regreso simbólico a casa, volviendo al club que casi lo firmó cuando era joven, rápidamente se convirtió en un cuento preventivo de ambición y mala gestión.
Para abril de 2025, el Caen había tocado fondo. Una aplastante derrota 0-3 ante Martigues confirmó matemáticamente su descenso de la Ligue 2, enviando al club a la tercera división de Francia por primera vez en 41 años. Los aficionados invadieron el campo en protesta, desplegando una pancarta que decía: “Mbappé, el SMC no es tu juguete.”
Las repercusiones fueron inmediatas. Dieciséis miembros del personal fueron despedidos en una reestructuración controvertida, y la confianza de los fanáticos se evaporó. Christophe Vaucelle, jefe de Malherbe Normandy Kop, resumió el sentimiento local diciendo: “El clan Mbappé tiene parte de la responsabilidad. Llegaron, permanecieron invisibles y desconectados de los aficionados. La situación es catastrófica.”
Para Mbappé, el fracaso fue profundo. Junto a la eliminación del Madrid de la Liga de Campeones esa misma semana, el descenso del Caen marcó uno de los meses más turbulentos de su carrera, tanto como futbolista como empresario.