Las selecciones de Ancelotti también han reflejado un cambio hacia el mérito en lugar de la reputación. La condición física, la forma y el ajuste táctico han dictado las decisiones del equipo, incluso si eso significaba dejar temporalmente fuera a pesos pesados como Vinicius, Rodrygo o Neymar. Al mismo tiempo, Ancelotti ha ampliado el grupo de talentos, integrando nombres emergentes como Endrick y Vitor Roque mientras fomenta la competencia al insistir en que “alrededor de 70 jugadores” son capaces de llegar al equipo del Mundial.
A medida que Ancelotti construye un Brasil disciplinado y moderno, una pregunta monumental se cierne sobre el proyecto: ¿Será Neymar parte de ese equipo?
Su regreso al Santos se ha visto ensombrecido por repetidas lesiones en el muslo y la rodilla, incluyendo un problema en el recto femoral, su cuarto contratiempo desde su regreso. Aunque el jugador insiste en que su omisión de los equipos recientes es “técnica, no física”, persisten las dudas.
Sin embargo, el legendario delantero de Brasil, Ronaldo, es categórico: “Es un jugador clave. No tenemos otro Neymar. Si está en forma, Brasil será más fuerte, tan simple como eso. La gente no entiende lo difícil que es volver. Es un proceso gradual.”
Neymar continúa jugando partidos completos con el Santos y ha extendido su contrato hasta el final de 2025, con una opción hasta el Mundial. Sin embargo, el Brasil de Ancelotti ha aprendido a funcionar sin él.
Con Vinicius, Raphinha y Matheus Cunha liderando la línea delantera, la Seleção está equilibrada pero a veces carece de momentos de magia. Si Neymar los proporciona de nuevo decidirá su destino en el Mundial. Y será la mayor decisión de selección de Ancelotti hasta ahora.