Vinícius no estuvo sin defensores. Toni Kroos, por ejemplo, argumentó en su propio podcast que “nadie puede juzgar o imaginar la emoción” que un jugador experimenta durante un Clásico frente a 80,000 personas. “A la fría luz del día y con algo de distancia, probablemente pensará: ‘Bueno, podría haber contenido la ira un poco más’. Como se ve en las imágenes, no se transmitió de la manera ideal”, reconoció el exmediocampista del Madrid. “Aun así, quiero subrayar que es una situación excepcionalmente emocional estar allí abajo en un partido así”.
Crucialmente, el compañero de Vinícius, Dean Huijsen, también salió en su defensa, acusando a los medios de hacer “un gran alboroto” por un asunto menor. “Se disculpó, lo cual me pareció justo, pero es un compañero de equipo increíble, un tipo realmente bueno, y no es gran cosa. Estas cosas pasan en el fútbol”.
Sin embargo, el problema con el argumento de Huijsen es que la disculpa de Vinícius fue posiblemente peor que el acto en sí. En su declaración de 98 palabras sobre el arrebato, no mencionó a su entrenador. Básicamente se disculpó con todos menos con el hombre a quien le faltó el respeto, y eso no fue un descuido. La omisión de cualquier referencia a Alonso fue deliberada, al igual que publicar la disculpa el mismo día en que The Athletic informó, citando una fuente anónima, que Alonso “cree que es Pep Guardiola, pero hasta ahora es solo Xabi”.
Alonso, para su enorme crédito, continuó por encima de estos intentos de convertir el incidente en una lucha por la aprobación pública entre jugador y entrenador, elogiando a Vinícius por su disculpa “valiosa” y “positiva” y dando por cerrado el asunto.
El tema, sin embargo, está lejos de terminar, como lo reflejan las filtraciones continuas. AS informó que Vinícius está “considerando seriamente” dejar el Madrid, mientras que BILD aseguró que ya se habría decidido vender al atacante al final de la temporada.
No sería una sorpresa ver a Vinícius hacer el largamente comentado movimiento a Arabia Saudita. Sus mejores años podrían estar aún por venir, pero parece difícil que algún club europeo de élite pague el supuesto precio de 150 millones de euros que pide el Real Madrid.