En el quinto aniversario del paso a la inmortalidad de Diego Armando Maradona, Franco Mastantuono, la joya del Real Madrid y de la selección argentina, protagonizó un homenaje que entrelaza dos puntos altos de nuestra cultura: rock y el Diez. No fue con un gol ni una gambeta, fue con la sensibilidad de un rockero, un video entonando una canción mientras tocaba la guitarra.
El mundo se llenó de homenajes a la eminencia: murales, mensajes, fotos, videos. Desde Lionel Messi con su posteo en redes, hasta la ovación en la cancha del Napoli, la joven promesa subió a sus redes un gesto íntimo y personal: un video en blanco y negro, con guitarra en mano, interpretando la mítica "¿Qué es Dios?", de Las Pastillas del Abuelo, acompañada por un emoji de “eterno” en clara alusión a la figura de Maradona.
🎸👏 Franco Mastantuono interpretó con su guitarra “¿Qué es Dios?” en honor a Diego Armando Maradona. pic.twitter.com/ev3L5W8eT1
— TyC Sports (@TyCSports) November 25, 2025
Las Pastillas es la banda favorita de Mastantuono, no fue una elección casual. La canción trasciende en el pueblo argentino y profundiza más allá que una simple tonada, es una letra de amor y apreciación a un hombre que adoraba jugar con la pelotita, una forma de recordarnos que 'Pelusa' no es un jugador del montón, es una influencia viva que late y crece día a día en nuestro país.
Desde la comodidad de su casa, sentado en su living y su guitarra en mano, el pibe de 18 años se ganó el respeto de todos. El tributo del ex-River se convirtió en una muestra que el ídolo argentino sigue avivando el fuego dentro de nuestros corazones. En una simple guitarreada, dos épocas del fútbol argentino se encontraron en un himno de nuestra cultura.
Diego Armando Maradona, el más humano de los dioses, seguirá cómo una figura viva de la 'Argentinidad' que tanto nos representa: pícaro, atrevido y protector de los suyos. Será un eterno recuerdo que vamos a trasmitir a nuestros hijos y ellos a los suyos, por el fin de la eternidad, porque Diego no puede ser olvidado. Los dioses no se jubilan, por muy humanos que sean.