El Real Madrid no logró recuperar el liderato en LaLiga tras empatar con el Girona, sumando su tercer partido consecutivo sin victoria fuera de casa. El potente gol de Azzedine Ounahi en la primera mitad sorprendió al equipo de Xabi Alonso, que tuvo dificultades para encontrar ritmo y control en un encuentro muy disputado. Mbappé igualó desde el punto de penalti, pero su impacto fue limitado, ya que al Madrid le faltó precisión y dominio en los momentos clave.
El empate llegó un día después de la victoria del Barcelona sobre el Alavés en el Camp Nou, dejando a los Blancos segundos, a un punto de los campeones defensores, en una carrera por el título que se está estrechando rápidamente. Un gol de Vinicius Jr fue anulado, un disparo de Mbappé fue invalidado por mano y Thibaut Courtois tuvo que realizar intervenciones cruciales para evitar la derrota. A pesar de la presión final, el equipo careció de serenidad, reflejando una preocupante inconsistencia ofensiva fuera de casa.
Este estancamiento ha intensificado el escrutinio sobre Alonso, cuyo equipo dejó escapar una ventaja de cinco puntos tras El Clásico, pese a un inicio prometedor de temporada. Con un exigente enfrentamiento ante el Athletic Club en San Mamés en el horizonte, crecen las dudas sobre la forma, concentración y capacidad del Madrid para imponerse como visitante. Cada punto perdido se siente cada vez más crítico mientras el Barcelona continúa aprovechando cada oportunidad.