A pesar de las malas vibraciones, las señales preocupantes y los motivos de alarma, este no es el momento de despedir a Xabi Alonso. El entrenador llega con un currículum impecable y ha demostrado ser un estratega sobresaliente en su etapa en el Bayer Leverkusen. En un club bajo la presión constante del Real Madrid, los entrenadores necesitan tiempo para implementar su proyecto, y Alonso merece ese margen.
Según sus declaraciones, no siente la presión del despido, tras mantener conversaciones positivas con Florentino Pérez después del empate ante el Girona.
“He hablado con él nuevamente y las conversaciones fueron muy positivas, con un tono excelente”, explicó Alonso. “Hablamos de cómo darle la vuelta a los resultados. Sabemos dónde estamos en la temporada, queda un largo camino y aún hay muchos puntos en juego, así que puede pasar de todo”.
Por supuesto, siempre existe un límite. Si el rendimiento no mejora antes de la pausa invernal, Alonso empezará a sentir la presión de verdad. Pero destituir a un entrenador tan pronto, con un equipo joven y lleno de talento, sería un error mayúsculo. El Real Madrid necesita, esta vez, paciencia.