El ascenso de Pedri en el Barcelona ha sido nada menos que extraordinario desde su llegada desde Las Palmas en 2020. Impulsado al primer equipo casi de inmediato, se convirtió en titular habitual durante la temporada 2020-21, acumulando 52 apariciones y desempeñando un papel clave en el triunfo del Barcelona en la Copa del Rey. Esa campaña sentó las bases para lo que rápidamente se convertiría en una de las cargas laborales más intensas de una carrera temprana en el fútbol europeo.
Sus actuaciones en el ámbito del club se reflejaron a nivel internacional, con Pedri brillando en la Euro 2020, donde fue nombrado Jugador Joven del Torneo, antes de representar a España en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Esos esfuerzos le valieron tanto el Golden Boy como el Trofeo Kopa en 2021, confirmando su estatus como el centrocampista joven más valorado en el fútbol mundial. Las comparaciones con Andrés Iniesta pronto le siguieron, impulsadas por su compostura, control de balón y capacidad para deslizarse a través de mediocampos congestionados.
En las últimas temporadas, las lesiones han sido el principal obstáculo para el impulso sostenido de Pedri. Una serie de problemas musculares interrumpieron partes de las campañas 2022-23 y 2023-24, obligando al Barcelona a gestionar cuidadosamente sus minutos. Sin embargo, bajo el mando de Flick, ha resurgido como una figura central, una vez en forma, superando ya las 220 apariciones en todas las competiciones a la edad de 23 años y continuando a moldear los partidos con una madurez mucho más allá de sus años.